Muchas veces no encontramos los motivos para sentirnos mal. Sin embargo, así es. Visto desde fuera parece que lo tienes todo para ser feliz, una vida casi perfecta, pero aún con todo no te sientes bien, satisfecho. Sin saber por qué, vives con una insatisfacción que te acompaña y no te deja mirar a un futuro como a ti te gustaría.